River atraviesa uno de los momentos más complicados del semestre. La derrota frente a Atlético no solo privó al equipo de seguir en la cima de la Zona B, sino que también lo colocó en el centro de una racha inédita y preocupante que golpea tanto en el torneo local como en la Copa Libertadores.
El traspié en el Monumental José Fierro significó la primera vez, desde el regreso de Marcelo Gallardo, que River suma dos caídas seguidas en los 90 minutos reglamentarios. El último antecedente similar había sido en noviembre de 2023, bajo el ciclo de Martín Demichelis, cuando el equipo perdió 2-1 con Huracán y luego 3-1 contra Rosario Central.
Hasta ahora, con Gallardo, los traspiés consecutivos siempre habían estado marcados por definiciones en penales. Esta vez, la caída es absoluta en tiempo regular.
Fin del invicto como visitante
La derrota en Tucumán también cortó un extenso invicto de 15 partidos fuera de casa, en el que River había acumulado seis victorias y nueve empates. La última caída había sido en diciembre de 2024 ante Racing, en Avellaneda. Aunque significativa, esta marca estuvo lejos del récord histórico de 26 encuentros sin perder como visitante entre 1922 y 1923.
En lo inmediato, River perdió la cima de la Zona B, ahora en manos de Riestra con 19 puntos, uno más que los de Núñez. La próxima semana, ambos equipos se enfrentarán en el Monumental en un duelo decisivo. Además, la derrota llega en la antesala del partido clave contra Palmeiras en Brasil, donde River deberá revertir el 1-2 sufrido en el Monumental para seguir con vida en la Libertadores.
Más allá de las estadísticas, lo que más preocupa es el nivel futbolístico. Ante Atlético, el equipo se mostró “indolente y sin rebeldía ante la derrota”. Ningún jugador alcanzó un aprobado en las calificaciones posteriores al partido, reflejando un bajón colectivo que enciende todas las alarmas de cara a lo que viene.